Las paramitas o perfecciones, son formas de actuar cuya puesta en práctica conduce a la libertad y la felicidad. Su cultivo es básico para la práctica budista.
En la tradición mahayana hay seis paramitas: la generosidad, la moralidad, la paciencia, la energía, la meditación y la sabiduría. En la tradición theravada son diez; no está incluida la meditación, y se incorporan la renuncia, la sinceridad, la determinación, la benevolencia y la ecuanimidad.
GENEROSIDAD: Dana (en pali), se aplica tanto a lo material como a lo no material: cualquier tipo de servicio, la ayuda al prójimo, la enseñanza del Dharma, y (lo más importante de todo) entregarnos plenamente a lo que hacemos en cada momento.
MORALIDAD: Sila, significa actuar siempre de acuerdo con los preceptos éticos, la contención de los sentidos y pasiones, buenos modales, autodisciplina, cortesía, consideración y amabilidad. Sila es también la práctica cotidiana de la conciencia sostenida y el cultivo de la atención en todas las acciones.
RENUNCIA: El propio Buda admitió que antes de su iluminación la idea de renunciar a los placeres mundanos no agradaba a su corazón. Al final comprendió que era porque aún no había vivido sin ellos. La práctica de la renuncia (nekkhamma) reduce el peso de la experiencia sensual, proporcionándonos alivio, libertad y auténtica felicidad.
SABIDURÍA: En pali panna consiste en ver la auténtica naturaleza de las cosas, dejando de estar contaminado por sesgos personales. La sabiduría nos permite vivir de acuerdo con las cosas como son y aprehender la paz interna y la verdad.
La ilustración muestra a Manjushri, el bodhisattva de la gran sabiduría, sobre un león. En tibetano su nombre significa "dulce amigo". Suscita la investigación sobre el vacío, el libre albedrío y la naturaleza del yo. La espada en llamas de Manjushri simboliza la sabiduría cortando la ignorancia y la ilusión.
ENERGÍA: Viriya nos anima a abandonar la pereza y la indecisión. El temor de no conseguir lo que se quiere puede originar reticencia a entregarse de lleno a los desafíos de la vida. El viriya contrarresta este miedoso "no podré" y transforma el corazón.
El caballo del viento de la ilustración, aparece en las banderas de oración tradicionales budistas, rodeado de un garuda, un dragón, un tigre y un león de las nieves. Encarna la energía positiva que da suerte a todos los seres.
PACIENCÍA: Khanti esta considerada como el medio para superar la ira, la mala voluntad y el odio, conservar la paz y la tranquilidad internas y tolerar lo intolerable. La paciencia es una de las prácticas de las que más se ha escrito en todo el budismo. Calmando las pasiones, atenuamos nuestro sentido ilusorio del "yo", del "mi" y de lo "mío", haciéndonos flexibles, tolerantes y afectuosos.
SINCERIDAD: Sacca es sinceridad con los demás, pero también con uno mismo; sinceridad sobre lo que anhelan verdaderamente nuestros corazones, y sinceridad de buscarlo con toda el alma. Si no somos sistemáticos, o solo pretendemos que se nos elogie, nunca obtendremos resultados fidedignos.
DETERMINACIÓN: Para cumplir un objetivo, sea el que sea, necesitamos determinación. Esta paramita, llamada adhittana, a veces recibe el nombre de "las cuatro determinaciones"; por el criterio, por la verdad, por la renuncia y por la calma. También está relacionada con la perseverancia hasta alcanzar la libertad y la felicidad.
BENEVOLENCIA: Metta significa "buena voluntad" en todos nuestros actos. Si evitamos que nuestro corazón se contamine de deseos, queremos lo mejor para todos los seres y les damos amor, nuestros actos serán bondadosos, y útiles en el sentido mas profundo.
Avalokiteshavara (ilustración) es la encarnación budista de la compasión, el guardián del mundo en el intervalo ente el Buda Shakyamuni y el futuro Buda Mariterya. Hizo el voto de no descansar hasta haber liberado a todos los seres de todos los reinos del sufrimiento. Recibe muchos nombres, y suele aparecer con muchos brazos y cabezas, para poder atender a una infinidad de seres a la vez.
ECUANIMIDAD: Lejos de ser sinónimo de indiferencia, upekkha hace referencia a la imperturbabilidad y es uno de los estados divinos o Brahma viharas. También se considera uno de los peldaños hacia la iluminación. Solo cuando se vencido realmente al "yo" deja de existir el miedo. Entonces todos los actos, nacen de ese estado de ecuanimidad, de conciencia y presencia totales, y por lo tanto de adecuación completa a cada situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario