Cierta vez, el sabio Nan-in recibió a un vanidoso profesor universitario que lo visitaba para conocer sus enseñanzas. Nan-in le sirvió té. Llenó la taza de su visitante y cuando la misma rebalsó, siguió vertiendo la infusión. El profesor se quedó mirando cómo el líquido se derramaba y pensando que el sabio era un tonto.
Finalmente no pudo contenerse: -"Está colmada" -exclamó. -"¡Ya no cabe más!"
-"Como esta taza" -dijo Nan-in, -"usted está lleno de sus propias opiniones y prejuicios. ¿Cómo puedo mostrarle la verdadera sabiduría a menos que vacíe su taza antes?"
Y añadió, -"Hay que vaciarse para poder llenarse, una taza solo sirve cuando está vacía. No hay nada que se pueda agregar en una taza llena."
Y añadió, -"Hay que vaciarse para poder llenarse, una taza solo sirve cuando está vacía. No hay nada que se pueda agregar en una taza llena."
Tu deber como ser humano es desarrollar tu potencial. Y el primer paso para que empieces a desarrollarlo es aprender a desaprender.
"Mejor que mil palabras huecas es una palabra que aporta paz". (Budha).
No hay comentarios:
Publicar un comentario